lunes, 19 de octubre de 2009

Al compas del auto-tune

La batería en auto-tune suena cada vez más fuerte dándole a la joven pareja la señal que necesitan. "El momento es ahora,no hay vuelta atrás" penso él mientras trataba de recordar las palabras que tenía preparadas. Habían pasado dos meses desde aquel primer cruce de miradas...

Ambos estaban apurados ese día y por mera coincidencia acabaron tomando la misma combi. El, fiel a su estilo "salvaje de corazón" sonreía y cantaba en el primer asiento; ella solo miraba por la ventana en sln fin de rostros - sin nombre en aquella noche de luna llena- esperando que la combi a su destino la conduciera.

El no sabía si era su buen humor, ella, la luna llena o su comida favorita que lo esperaba en casa; pero no podía dejar de sonreir. Ella bajó antes de lo usual, y fue ahí cuando él se dio cuenta cual era la razón de su sonrisa. Alegre aun, pero sin sonrisa, él llegó a casa a tiempo para comer con su familia y luego hacer economía.El trabajo era mucho, así que decidió cafeinarse...


Y ahora que la misma luna los reunía de nuevo, esta vez dejando de ser extraños en una combi, él se desesperaba por que este tipo de cosas no le ayudaban. Los mil y un consejos de todos sus amigos -quienes sabían de su torpeza si de ser romántico se trata- fueron consumidos por su mucho nerviosismo.

"¿Quieres bailar un ratito?" le dijo con la misma sonrisa de aqeulla noche de
hace dos meses.

"Un ratito, solo un ratito" contestó ella. En su mente, él se veía como un niño... un niño que se lanzaba a lo desconocido con la idea de que en el mundo todo es bonito.

Bailaron un buen rato. La batería en auto-tune dejo de sonar, y las parejas poco a poco se iban a sentar. El momento era el adecuado. "No pienses más y haslo" se lo repitió veinte y una vez hasta que por fin dejo de estar estático. "¿Vamos a buscar algo de beber?"

"Lo que quieras mientras pagues." con algo de malicia, contestó. El chico se quedó algo pasmado. "sabes que estoy bromeando ¿no?" le dijo ante su sorpresa.

"Bueno, había algo que quería decirte desde hace algún tiempo." empezó su discurso " y supuse que hoy era un buen momento. Ella lo miró atento, con aquellos ojos que miraban hacia fuera en la combi, pero ahora mirando hacia dentro del corazón del torpe dieciochoañero.

"Eres una gran chica. Eres lista, hábil e intrépida, entra tantas otras cosas...y yo...tu..." empezó a temblar por puro nervio. "¿Quieres hacer la tarea de Constitucional conmigo?"

"Que tonto eres...quedamos en hacer esa tarea juntos la semana pasada. Yo creí que dirías qu te gustaba" lo miró "pero al parecer la larga espera para que dejaras tu cobardía o timidez, como tu quieras llamarlo, no termina hoy."

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