jueves, 1 de octubre de 2009

Vacío

Las palabras a veces se quedan cortas para expresar los sentimientos. Los sentimientos no siempre nos satisfacen. Y de alguna u otra manera, todos queremos lo mismo. No sentirnos vacíos...

Podemos intentar llenarnos con muchas cosas. Podemos mentirnos y decirnos que no existe tal vacío. Como también podemos atiborrarnos de comida, llenar nuestra mente de imágenes retorcidas o hasta encender nuestros cuerpos en un cóctel de hormonas y sentimientos. Pero, todos estos duran su tiempo y luego pasan y son olvidados. Y aun peor, lo que nos gustó una vez tanto, nos llega a hastiar y a ser innecesario. El vacío sigue ahí, y al parecer siempre estará ahí.

¿Qué será de nosotros si nada ha de llenarnos?¿Acaso estamos condenados a vivir sin sentido buscando placeres a momentitos?

Yo, como humano, he pasado por la situacion que describo. He estado vacío y no he tenido sentido. He buscado por todos lados y con muchas cosas. Algunas me dieron un poco de placer, otras un poco de dolor. Pero como todo en este mundo, no duraron para siempre. Finalmente me rendí y me dije a mi mismo que todo valía nada así que ha disfrutar del momento.

Pero el vacío seguía ahí. Seguía aun cuando lo ignoraba, aun cuando me decía que todo iba bien y que la insatisfacción era producto de la envidia causada por ver a otra gente pasandola mejor...

Hasta que encontré la respuesta al vacío. Un señor llamado Cristo. Me lo presentaron un día y me dijeron que tenía las respuestas a mis preguntas, y que si confiaba en Él. Y no falló. Como Él no era de este mundo, era eterno, lo es...lógicamente llenó el vacío...

¿Cómo lo hizo? Preguntáselo tú mismo... Verás que Él dará una respuesta.

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