sábado, 14 de marzo de 2009

Lo que el hambre te hace escribir

Muchas veces me he preguntado porque luchamos tanto por ser aceptados. Y no, no voy a transcribir lo que mi profesor de persona y familia nos enseño hace dos años.

Nuestra busqueda de atencion es implacable. Sin querer- y a veces queriendo- seguimos al grupo, como inocentes ovejitas dejadas en las manos de un pastor. Vestimos de maneras diferentes, hablamos y lanzamos groserias al aire, y escuchamos musica que en realidad, no nos gusta tanto. Y todo esto, con el unico proposito de no ser excluidos.

No voy a mentir: no quiero estar solo. No quiero ser un ermitaño que vive comiendo de lo que cultiva y matando a cuanto animalillo del bosque encuentre. Pero tampoco quiero vender mi alma por encajar en el gran entramado social. No pienso hacerlo. En fin, escribirlo es mas facil que aplicarlo en el vivir diario...

Quisiera ser yo mismo siempre, lo malo es que no tengo una idea muy clara de quien soy. Es decir, no tengo claro si me comporto como me comporto para satisfacer la idea que los demas tienen de mi o si lo hago con naturalidad. Puede llegar a ser muy frustrante, y a veces pierdo la cabeza en el eterno atrapame si puedes que juegan mi personalidad y yo.

Lo raro es que no puedo encontrar algo que pueda señalar y decir "hablo asi porque chimpandol habla asi" o "me visto asi porque marthoxis se viste asi", y aun asi siento que no soy yo mismo. Y ahora que me doy cuenta, estoy siendo un tanto egoista.

Las cosas como son... y a seguir con la vida.

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