Fiebre de sabado por la tarde

Con un polo blanco ensangretado, una nariz bastante desfigurada, el muchacho le dice al policia que no pondra denuncia alguna. Es bastante tarde, sabado 18; y el parque que años atras para deshabitado es ahora un caos. Pequeños grupos de adolescentes, todos bien vestidos y muchos con cigarro a la mano. Dan vueltas y vueltas alrededor del parque. Es un concurso de miradas, de chupas y de manchas; otro ritual de la juventud arequipeña.

La cosa se pone violenta tan rapido que cualquiera pensaria que la violencia siempre estuvo ahi. Llegan carros de la policia, y los adolescentes se dispersan y alistan para pelear hasta donde les sea posible. Las mas atrevidas de las chicas intercambian groserias, insultos y regaños con vecinos de los alrededores. Ofendida, una chica se retira rendida. El chico ha dejado de sangrar, pero a nadie le importa: a nadie nunca le importo.

El proximo sabado el escenario sera el mismo, solo que los actores seran distintos. Quizas no haya tanta violencia, pero esta no sera llevada al plano de la no-existencia. El parque y el vecindario han cambiado mucho en dos años. O quizas no fue el parque y fueron los adolescente los que han cambiado. Ya no se entretetienen en el play, ni en el internet, ahora prefieren ir de juerga a los parques. Claro, para mama y papa su hijo o hija solo estara "donde un amigo." El mundo cambia mas rapido de lo que esperaba...