lunes, 8 de junio de 2009

Billetera, celular, llaves.

Billetera. Pedazo de cuero que sirve su propósito: guardar billetes, monedas, fotos, recuerditos y cachivaches extraños. Lamentablemente, no cuenta como prenda para los juegos strip - como el strip-poker y su variación infantil el strip-uno- y tampoco como arma para defenderse de los asaltantes que se esconden por el puente y por el tren. A pesar de aquellos defectos, la billetera ayuda y almacena las cosas bien.

Celular. Aparato electrónico que te permite llamar a un aparto similar - o su contraparte, el teléfono fijo- siempre que estés en un lugar que tenga señal. Un mal necesario, que es sinceramente muy fácil de robar. A veces te ayuda a enterarte de emergencias; pero otras causa incomodidad, pues llamado puedes ser en momentos no apropiados. Celular, no se sabe si es una necesidad o una vana comodidad.

Llaves. Piezas de metal u otros materiales acopladas de manera tal que cerrojos abren. Provienen de mucho antes de las epocas medievales, exactamente nadie lo sabe. Aunque algunos opinan que son de seis siglos antes de que llegara el Cristo del cristanismo. Útiles para lo que todos sabe, abrir puertas, cofres y otros varios. Pero si van acoompañadas de un buen llavero, pueden ser otros los usos de estas. Estan las que la hacen de destapador, de encendedor y hasta las que por ser piedras sirven de arma punzo-cortante ante cualquier ofensor.

Billetera, celular y llaves. Cosas pequeñas que en mis bolsillos caben, y que ultimamente llevo conmigo a todas partes. Usos les doy, excepto al celular. Este aparatucho solo tiene uso cuando llama mamá para decirme cordialmente "¿Donde estas?", otro uso - aparte de equipo miniatura- no le doy. A los otros dos, expuestos los usos están. Punzo y corto; dinero ahorro y recuerdos transporto. Y pensar que hace 2 años decía yo que eran para tontos.

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