viernes, 5 de junio de 2009

No hay un "yo" en el equipo

Por más que lo repita, la frase no me acaba de convencer.

Si en los equipos no hubieran los egoistas, tal vez la máxima del título me podría convencer. Pero no, siempre habrán de los tipos que quieren hacerlo todo, no importa si el grupo es de tres o si es de veintitres. Gritan - y otras veces lo hacen todo ad silentium- y luego se jactan por haberlo hecho todo, dejando en el suelo la moral de los compañeros.

Y están tambien aquellos grupos en los que - por razones expuestas en el párrafo uno - todos son buenos haciendo nada; por tanto, el menos vago, generalmente el más preocupado, tendrá que hacer el trabajo. Bueno fuera que al menos honores se le rindieran; y en su defecto, al menos las gracias como se pueda. Pero cosas así raras veces suceden, y el crédito se lo lleva el grupo, no importa quien haya hecho el trabajo.

Dada la inherente socialidad humana, a lo largo de la vida en grupo se tendrá qe trabajar. No queda otra opción que tragarse el orgullo y hacer lo que se tega que hacer. Por otro lado, también ese tiene que entender que equipo no se puede entender como "el equipo soy yo", por más grandes aspiraciones absolutistas que se tengan. El resultado de tal pretensión sera una decapitación - no como la del nieto del elocuente monarca- a manos de los enardecidos equipistas que su chance no tuvieran de probarse.

Cooperación y solidaridad: dos palabras que no deberian de ser tan mal usadas en los días de hoy. Invocadas son ante todos los desastres naturales y artificiales, pero olvidadas apenas acaban y los "cooperadores" y "solidarios" se vuelven rapaces y holgazanes. Cuestiones esenciales por resolver s es que se quiere mejorar la alicaída humanidad. Cuestiones que necesitan un inmediato accionar.

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