Three to tango

Quien haya dicho que el tango no se baila de a tres estaba equivocado. El tango -y muchos otros bailes- pueden ser bailados de a tres, y aun de a más. Así que busca a tu pareja y a bailar. A continuación, unas cuantas recomendaciones si es que de a tres tango quieres bailar. Eso si, si al final todo te mal en el tango de a tres: o no sabes bailar tango o no leiste bien. Y aquí va:

1.- Oye la música.- muchas veces al tener un cuerpo a tu lado, olvidarás que hay mil y un instrumentos tocando. Instrumentos que siguen un ritmo y que a su forma te piden que les sigas. No importa si son tus manos o si son tus pies, la cosa es que muevas los elementos de tu cuerpo despacio y bien. Por bien entiende: diviérte. Si te miran mal, su problema es. No has cometido un crimen de lesa humanidad, aunque parezca que eso es lo que los demás creen.

2.- Controla el tiempo.- Este de aca va para el elemento director del tango de a tres. No te quedes demasiado tiempo con él o ella. Se supone que es tango de a tres, no dejes al tercer elemento como el violinista en el juego. Recuerda que tal y como hoy tu diriges la danza hoy, te tocará ser dirigido algún dia; tal vez mañana. Si es que te distraes demasiado, el baile echarás a perder. Y no hay nada peor que eso en los tangos de a tres. Aunque que la música pare en medio de la diversión no se queda muy lejos. Si tienes problemas, puedes contar lento hasta veinte y

3.- No mires tus pies.- lección importante que no debes olvidar. Tus pies no son con quienes bailarás, son con lo que bailarás y nada más. Lo único que debes hacer es fijarte donde pisas, pero ahí que tus ojos miren a tu pareja y a nadie más. Bueno, puede que ocurran cosas que tu atención distraerán, pero procurá concentrarte en la música y en los afortunados/as con los que bailas. Un tango de a tres - y todos los otrs bailes - se tornan aburridos si "ido" estás.

4.- No te quedes quieto.- que hayas decidido pararte y bailar implica algo: vas a pararte y bailar. Si los otros dos están en bailando y tú solo questa: no te desanimes que tu turno ya vendrá. Y si nunca llegó, sólo recuerda que la noche es joven y la memoria frágil, los roches como estos se han de olvidar. No dejes que el haber sido dejado te impida bailar. Bien dice aquel dicho: " Los mejores bailes los tienes contigo mismo". ¡Date una oportunidad!

Dichos todos los consejos, solo te queda intentar. Busca dos buenas amigos/as y en su defecto a dos ebrios/as. Ponte un tanguito u otro bailongo, mueve una mano, mueve un pie, y así el resto del cuerpo. No pares hasta que no puedas más, divierte, suda y respira hasta que sientas que te vas a desmayar.